La canciller alemana Angela Merkel visitó hoy al papa Francisco. El encuentro comenzó a las 10 (hora local), en el palacio apostólico, y duró unos cuarenta minutos, un tiempo insólitamente largo.
Durante la reunión, que se desarrolló en un clima de cordialidad, Merkel ofreció una donación económica destinada a hijos de refugiados.
Fue la segunda audiencia privada que mantuvieron la poderosa canciller alemana y el pontífice.
Durante el tradicional intercambio de regalos, Merkel, hija de un pastor luterano y miembro de la Iglesia evangélica, ofreció a Francisco un sobre con dinero para ser destinado a hijos de refugiados.
También le hizo entrega de un conjunto de discos del compositor alemán y protestante Johann Sebastian Bach (1685-1750).
El pontífice respondió con un danke, gracias en alemán, pero siguió hablando con ella en italiano y con ayuda de un intérprete.
Como es habitual, Francisco regaló a la mandataria la medalla de su pontificado. Además, le dio su encíclica Evangelii Gaudium traducida al alemán, lo que provocó la sorpresa de Merkel, quien, entre risas, dijo que "la leerá".
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