Ante el rechazo de gran parte de los hondureños, y del Congreso Nacional, a la declaración del estado de sitio durante 45 días para garantizar la calma de cara a la celebración de las elecciones el próximo 29 de noviembre, Robeto Micheletti abrió la puerta a la derogación del estado de sitio esta misma semana. Además, el presidente de Honduras pidió disculpas a la población por haberlo proclamado.

En la tarde del lunes Roberto Micheletti informó de que acepta la petición del Congreso para derogar el decreto que establece el estado de sitio enHonduras y restringe las garantías contenidas en cinco artículos de la Constitución del país. Además, pidió disculpas a la población y al mundo por haber proclamado esa legislación de excepción, de la que dijo que era necesaria "por el llamado de Zelaya a la insurrección", según informó el diario Hondureño El Heraldo. La derogación se producirá en un Consejo de Ministros y tendrá lugar tras consultar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo Electoral y los candidatos que se presentan a los próximos comicios, según publica La Tribuna.

Tanto los partidos políticos con representación en el Congreso, como los medios de comunicación, la población en general y los empresarios habían mostrado su rechazo a la proclamación del decreto presidencial, que está pendiente de aprobación en el Legislativo. El presidente del grupo parlamentario de la Democracia Cristiana, Ramón Velasquez Názar, se mostró partidario de derogar el decreto antes de que sea rechazado en la Cámara. El diputado democristiano dijo que "nos parece que hay que bajar esas tensiones y que han que sentarse a hablar y ambos sectores estamos en la obligación de llamar a la población hondureña a la cordura".

Durante su intervención ante los medios de este lunes, Micheletti envió unmensaje para rebajar tensiones con el Gobierno de Luis Inacio Lula da Silva. Ante la presencia del depuesto Manuel Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa y tras el intercambio de duras declaraciones durante las últimas jornadas, el mandatario hondureño dijo que ni la Policía ni el Ejército van a introducirse a la fuerza en la legación diplomática del gigante suramericano.